La combinación de leche y café espresso ha dado lugar en Italia y en todo el mundo a bebidas que forman parte de nuestra vida cotidiana. Normalmente las disfrutamos en la cafetería, sin embargo, con el equipo adecuado podemos prepararlas en casa, transformando la leche en una suave espuma, perfecta para crear nuestras propias especialidades.
Echemos un vistazo con más detalle a las bebidas a base de café espresso italianas e internacionales más populares. El caffè macchiato nació en las cafeterías italianas con el objetivo de "distinguir" la bebida pedida por los clientes que solicitaban un poco de leche en su café espresso, añadiendo una gota de "crema de leche". En la tradición italiana, un cappuccino es la bebida perfecta para el desayuno en la cafetería y no suele consumirse en otros momentos del día. Sin embargo, fuera de Italia se considera un postre delicioso para saborear en cualquier momento.
El caffè latte fue creado para quienes prefieren suavizar la intensidad del café espresso, ya que contiene más leche líquida y menos espuma que un cappuccino. El flat white, originario de Australia, es un caffè latte más pequeño, preparado con un doble espresso y con menos espuma que un cappuccino.
Por último, está el cortado: originario de España, es muy popular en las cafeterías de Madrid. Se sirve en vaso y consiste en un espresso más largo que el italiano (unos 30 ml) con la misma cantidad de leche espumada.
El secreto de estas bebidas reside en la espuma: debe tener la consistencia y suavidad de una crema de leche aterciopelada y compacta, sin burbujas de aire visibles en la superficie.
Para prepararla en casa, es importante contar con un espumador de leche o una lanza de vapor.
En este último caso, llena una jarra o taza con leche a temperatura de frigorífico (aprox. 5 °C). Introduce la lanza de vapor a unos un centímetro por debajo de la superficie de la leche y activa la función de vapor. La jarra debe estar inclinada para crear un ligero remolino que incorpore aire y forme una espuma perfecta.
Es importante usar leche fresca pasteurizada o leche fresca pasteurizada de alta calidad.
Cuanto más cerca esté la leche de su fecha de caducidad, menos estables serán las burbujas creadas en la espuma, es decir, estallarán inmediatamente después de la preparación.
Una vez obtenida una buena espuma, es posible intentar decorar nuestro cappuccino usando latte art, creando las clásicas formas de manzana, corazón y hoja. Para ello se necesita una jarra con un pico marcado y algo de destreza manual. Un método más sencillo de decoración es usar plantillas y espolvorear cacao amargo sobre la espuma.