Cocinar a vapor requiere menos esfuerzo y gracias a su naturaleza delicada cocina de manera diferente, sellando las propiedades nutricionales y organolépticas de los alimentos. Esto significa que todos los ingredientes mantendrán su aroma, color y textura originales.
Además, cocinar en un ambiente húmedo no seca los alimentos: ayuda a los alimentos a mantener todas las propiedades aromáticas para que la comida tenga toda su esencia de sabores.